Brungald, mercenario de Aguasprofundas

Brungald

Descripcion: Brungald es un enano de esos que dan mala fama a su raza, su mirada no es adusta ni su ceño perpetuamente se frunce ante cualquier insinuacion. Brungald habla poco de su pasado, lo rehuye como al agua, aunque algun asunto turbio se deja entrever cuando, borracho en una taberna, habla sobre su clan y sus montañas.

Es un enano de estatura media, de tez palida y pelo oscuro. Su rostro es afable y quizas algo iluso, aunque suele intentar esbozar una mueca malencarada cuando trata de impresionar a alguien. En su rostro, con algunas arrugas causadas por la vida a la intemperie, puede verse alguna pequeña cicatriz.

Suele llevar una vieja cota de mallas algo oxidada y llena de remiendos, y su perpetuo casco que jamas se quita. Tambien lleva al hombro un hacha, arma que su raza suele apreciar mucho mas que a cualquier otra.

Raza: Enano escudo

Historia: Pocas veces oiras a Brungald hablando acerca de su pasado, mas bien se dedica a contar sus batallitas y las hazañas en las que participo desde que llego a la ciudad. Aquellos que lo conocen saben que no eligio esa vida de aventurero que ahora lleva, es mas, esa vida no es lo mas adecuado para un enano al que el miedo no le es desconocido.

El malvive en las posadas de la ciudad, ofreciendo su hacha por unas pocas monedas. Pocas veces alguien le ha oido hablar sobre su clan, y desde entonces, sus amigos no le han preguntado mas por el asunto. Su pasado es amargo, y quizas alguna disputa de clan acabo con su destierro y consiguiente verguenza. Es por eso que sus amigos le respetan aun mas, pues no saben como alguien pudo desterrar a este enano con un corazon tan grande, aunque cobarde.

Los dias transcurren lentamente en Aguasprofundas, y el joven Brungald descubre que necesita ganarse el pan mediante su hacha, pues no sabe oficio ni encuentra nada mejor. La maldicion de la que todos hablan se convierte de algun modo en una bendicion para el, pues le permite conseguir algunas monedas acabando con los no muertos del cementerio.

Poco a poco, mejora en el manejo de su hacha, hasta que llega a reunir oro bastante como para comprarse una buena armadure y un hacha de las buenas. Brungald esta orgulloso, y a veces piensa que dirian los de su clan si lo vieran alli, en Aguasprofundas, luchando junto a camaradas aventureros.

Hace unos dias conocio a dos camaradas, un humano que queria alistarse a la guardia de Cormyr, los Dragones Purpura, y un enano que maneja su hacha como pocos, Glenn y Boisin. Juntos recorrieron algunas criptas, dando buena cuenta de los muertos que habia en ellas. Tambien hablaron de organizar una partida a la zona antigua de la Ciudad de los muertos... quien sabe, quizas sean ellos los que acaben con la maldicion.