Suhaila Dinwilya

Nombre: Suhaila Dinwilya.

Raza: Elfa, procediente del Bosque Alto.

Sexo: Femenino.

Edad: 65 años élficos (17 años humanos).

Clase: Exploradora/Arcana/Arquera Arcana.

Alineamiento: Caótico Bueno.

Altura: 1,53.

Peso: 47.

Deidad: Siempre ha seguido la senda de Khauntea por su padre, viajando encontró amigos exploradores y druidas que le enseñaron a comprender a Mielikki

Descripción:
Suhaila es una joven e inexperta elfa, que se debate entre la adolescencia y la madurez.
Intercala, entre el cabello color tierra, pequeñas trenzas adornadas con flores silvestres recogidas en una coleta que, cuando sopla la brisa, desprende un suave olor a bosque. En el rostro sobresalen dos ojos almendrados color miel que muestran la inocencia y curiosidad típica de la adolescencia, terminando por unos delgados pero carnosos labios que muestran su carácter risueño.
Su delgada y fibrosa figura, bronceada por las largas jornadas que pasa a la intemperie, esta cubierta por vestimentas cómodas y holgadas de tonos claros. Su antebrazo derecho esta adornado con un brazalete con grabados florales herencia de la familia.
Su más preciado tesoro cuelga de la espalda, un arco de manufactura élfica al que cuida con mimo y dedicación recuerdo de su tierra natal, como arma cuerpo a cuerpo lleva una pequeña espada corta que rara vez utiliza, confía más en su puntería que en su fuerza.
De carácter extrovertido y jovial posee un gran optimismo y paciencia. Contagia con su sonrisa sus ganas de vivir y disfrutar de la vida.

Curiosidades: Le chiflan las manzanas, sobretodo las rojas aunque no hace ascos a ninguna clase, la puedes ver con una en la mano a cualquier hora.

Uhm... una elfa de los bosques je, ¡hacia falta una! Bienvenida!

“Su fuerte brazo rodeaba mi cintura, su suave y dulce olor embriagaba cada poro de mi piel, su aliento me acariciaba como una brisa primaveral coloreando tímidamente mis mejillas. El roce de su mano, confortable y cálida, contra la mía agitaba mi respiración. Los dos tensamos nuestros cuerpos mirando a un punto inmóvil, concentrados, retrasando ese inminente momento, en un ágil y suave movimiento de mano, soltamos la cuerda dejando salir el proyectil que cayó al suelo casi sin despegar.

-¡Jo, que difícil!- protesté con el pie dando un pisotón el suelo, tirando el arco al suelo, cruzando los brazos enfurruñada.

-Suh, con paciencia, es la primera clase nadie nace sabiendo- Me decía siempre con una sonrisa amable, siempre la tenía para mi”


Se dibujó inconscientemente una sonrisa melancólica en sus labios recordando aquella época, aquel comienzo de lo que iba a ser su vida, lo recordaba como si fuera ayer.
Allí se encontraba de nuevo, en aquella roca donde habían compartido tantas manzanas, en aquel mismo claro donde los árboles que lo rodeaban vieron crecer su pasión por el arco, bajo la misma bóveda celeste que arropaba su amor, su primer amor, pero esta vez despidiéndose.
Recogió sus pertenencias que descansaban en la roca, observó por ultima vez el claro suspirando largamente, le costaba más de lo que pensó en un principio, dió media vuelta y comenzó a andar con paso ligero sin mirar atrás.